Viernes 08 de Julio de 2016.- Como es de conocimiento público, a diario observamos en las noticias cómo los restaurantes se han vuelto en los puntos más críticos de los consumidores y el lugar perfecto para que los ladrones cometan sus fechorías.
Es por ello que, Prensa La Eskina, ha escogido ocho sugerencias que evitarían estas desagradables escenas organizadas por bandos delictivos no sólo del primer puerto sino también de la capital y en algunas provincias como Tumbes, Piura, Trujillo, Chiclayo, Ica y Arequipa.
Si vas a cenar con tu familia pero te diriges en coche, es necesario que estaciones tu auto en un lugar iluminado y vigilado. Elige un lugar que cuente con estacionamiento propio y confirma que no haya personas extrañas cerca.
Lo segundo que debes hacer es evitar ubicarte cerca de la puerta de ingreso. La mayoría de delincuentes (sin armas) arranchan tus pertenencias y huyen por esa misma avenida sin dificultad alguna.
Si eliges sentarte al medio o al fondo, trata de no estar tan alejado de la puerta de ingreso, pues así te asegurarás qué clase de personas entran y ante un eventual atraco podrás actuar de inmediato.
Trata de consumir en un lugar donde estén instaladas las cámaras de seguridad, también debes cerciorarte que en el restaurante haya un personal que resguarda el establecimiento.
Si vas con muchas cosas, ponlas en tus piernas o amarradas a una silla pegado a la pared. No las pierdas de vista nunca y si vas con alguien más pídele que las vigile también.
Jamás dejes tu teléfono (móvil) ni otras pertenencias de valor en una mesa, podrías olvidarte de que lo llevabas fuera de la cartera o mochila. Además, uno nunca sabe si el de al costado ya se lo metió al bolsillo y se fue.
Cuando te retires del lugar, las llaves de tu coche ya tienen que estar en tus manos y antes de abrir la puerta asegúrate que nadie te esté persiguiendo. En estos casos, lo menos que debes hacer es dirigirte al estacionamiento con el teléfono en el oído ¡Serías presa fácil!
Si ves que se está produciendo un asalto, no hagas movimientos bruscos y lo que te pidan dáselo. Recuerda que las cosas materiales pueden recuperarse, pero la vida de uno mismo no.