GRACIAS A LA CUBERTURA DEL SIS, BEBÉS PREMATUROS EN ESTADO CRÍTICO SE RECUPERAN

Ventanilla, 17 noviembre.- Una historia feliz. La pequeña Alessia era esperada con mucha expectativa en el hogar Tuesta-Juwep en la alejada localidad de Santa María Nieva, en las orillas de los ríos Marañon y Nieva, en Amazonas. Pero el destino hizo que naciera a las 33 semanas y con serias afecciones que comprometía su vida por lo que tuvo que ser trasladada en un vuelo aéreo de emergencia a Lima en una aeronave FAP, gestionado y financiado por el SIS.

Yanira, la joven madre de 17 años, recuerda con tristeza esos momentos, indicando que su bebé medía 28 centímetros, pesaba apenas 900 gramos y tenía dificultad respiratoria (faltaba desarrollar su pulmón), sepsis neonatal (infección a la sangre) y otras complicaciones propias de la prematuridad. El padre, Denilson Tuesta Jima (20), buscaba ayuda para atender a su primogénita.

En una ambulancia del hospital de Santa María Nieva fue llevada al nosocomio de Bagua y de ahí al hospital Virgen de Fátima de Chachapoyas, siempre acompañada de sus jóvenes padres. Hasta esa ciudad llegó el vuelo FAP con médicos del SAMU y fue evacuada a Lima e internada en el hospital Santa Rosa de Pueblo Libre.

Todos los traslados fueron cubiertos por el SIS, así como la atención médica que le brindaron en el riesgoso nacimiento y los más de tres meses de tratamiento e internamiento, hasta que fue dada de alta a fines de julio, totalmente restablecida.

“Yo estoy muy agradecida al SIS. Gracias a ellos mi hija está viva. Su ayuda fue oportuna para lograr llevarla a Lima donde se recuperó y ahora está con nosotros”, nos contó la feliz madre desde Santa María Nieva, a donde regresó a forjar su nueva familia.

La pequeña Alessia está creciendo dentro de la normalidad esperada. Es vivaz, inquieta, bastante activa, todavía no gatea, pero ya se sienta y no para de sonreírle a su mamá, quien ve embelesada a su hija y disfruta cada instante de sus juegos, sus ojos pícaros y los balbuceos, sobre todo cuando parece decir ¡mamá!