Escribe: Julia Schabauer
Muchas expectativas y no menos imprecisiones se vienen comentando desde hace algún tiempo sobre la próxima inauguración del puerto de Chancay y sus afectaciones respecto al Callao. Como porteña y aspirante a un próximo cargo de elección, es para mi de vital necesidad desmitificar algunas aseveraciones que se vienen haciendo sobre este tema que ha generado tanta inquietud entre los chalacos en lo que refiere a las consecuencias de una posible reducción de la carga en el puerto chalaco.
Para el común de la gente, la construcción el puerto de Chancay significa la factibilidad de una ruta directa entre China y Chancay. Las rutas de las navieras no dependen de los puertos sino que estas eligen sus puertos de destino según las necesidades de sus clientes. Lo que sucede en el caso del puerto de Chancay, es que este pertenece a la naviera Cosco Shipping, de tal manera que tiene la discrecionalidad de elegir sus puertos de llegada. Es así que esta naviera ha decidido fijar una ruta directa entre Chancay y Shangai para aminorar los tiempos de llegada al no tener que recalar en el puerto de Manzanillo, en México.
Manzanillo, en Mexico y Long Beach, en California son puertos concentradores de carga desde los cuales se distribuye la carga en Asia en barcos de gran tonelaje. Este último, era también una limitación para que Chancay y el Callao se pudieran convertir en puertos hub, pues no todo es cuestión de rutas. Sin embargo la profundidad de las aguas en estos puertos (alrededor de 17 mts.) y sus modernas infraestructuras permiten el ingreso de naves de hasta 21,000 teus.
Con respecto a esto último debo mencionar que justamente, la reciente ampliación del denominado Muelle del Bicentenario permite recibir buques de 400 mts. de largo y hasta 21,000 teus (hasta tres buques en simultáneo) lo cual, al parecer, no se ha promocionado lo suficiente creyéndose que sólo Chancay tiene esta atribución. Asimismo, el puerto del Callao tiene rutas directas al Asia, particularmente desde la entrada en funcionamiento de DPW como por ejemplo la de la naviera Maersk Line. Así que las navieras de alcance mundial podrán dejar de usar el puerto de Manzanillo y llegar directamente de Asia al Callao o Chancay. Pero esto no es determinante, cada naviera define su estrategia según su conveniencia. La propuesta es que desde Perú (Chancay o Callao) se redistribuya la carga hasta Mexico o Colombia hasta Chile.
La ventaja que tiene Chancay sobre Callao, es su mayor extensión y su debido planeamiento en la organización de su espacio que contiene todas las áreas requeridas, especialmente un túnel de acceso exclusivo y su antepuerto. El Callao no tiene vías de acceso adecuadas ni antepuerto como tampoco mayor espacio hacia donde expandirse. Urge, como lo he dicho en muchas ocasiones, el traslado de la base naval a Chimbote de acuerdo al proyecto elaborado durante el gobierno de Belaúnde para que el puerto pueda crecer hacia el norte. Lo que sí se debe mantener, sin duda, es el SIMA, ahora más que nunca ya que se ha firmado un convenio con la HD Hyundai Heavy para construir cuatro navíos para la Marina de Guerra, pero que en un futuro, podría ser para el mundo.
Sin embargo, el Callao es un puerto de larga data, consolidado y que a pesar de sus limitaciones mueve más del 80 %de la carga nacional. Finalmente, el destino de su carga estará en manos de los clientes. Por ello, tomemos con calma la entrada en vigencia del puerto de Chancay. El próximo año calcula mover 1.7 millones de contenedores en su primera fase. Veremos qué pasa.
Por otro lado como dice mi amigo, el Capitán de Travesía Cesar Reaño, «los megapuertos requieren megacarga» y es eso lo que nos debe preocupar. Por ello es tan necesaria la Ley de Zonas Económicas Especiales (que espero no estén administradas por el Estado) cuyo dictamen debe salir en estos días, para permitir el desarrollo de centros industriales adyacentes a los puertos y así generar bienestar a la población colindante. De nada vale que ingresen buques de 18,000 teus sino hay la carga suficiente.
Dicho esto, de acuerdo a comunicación personal con el Cap. Reaño, los puertos de la región: Chile, Perú, Ecuador y Bolivia sólo manejan entre 13 a 15 millones de contenedores al año. Por lo tanto, ni Callao ni Chancay podrán ser considerados megapuertos o puertos hub, mientras no hayan los volúmenes de carga para llenar buques de más de 18,000 teus. Esos buques cuando llegan, descargan a lo sumo, 600 contenedores porque no hay capacidad. Los puertos hub son aquellos donde llegan los buques con 20,000 contenedores. Dejan los 20,000 y vuelven a cargar otros 20,000 contenedores para llevarlos a otros puertos hub y distribuirlos en otros buques pequeños. Por tanto, mientras esto sea así, es muy probable que los puertos de Long Beach o Manzanillo se sigan utilizando por la necesidad misma del dueño de la carga quien es el que elige al transportista y cómo llegará esa carga al Asia.
Tengamos mucho cuidado en no vender ni a Chancay ni al Callao como puertos hub mientras no se tomen las medidas necesarias para elevar el volumen de la carga. El gran desafío es ese. No es que me guste ser pincha globos, pero cuando se trata de superar las deficiencias que tiene el Perú, hay que decir las cosas claras y no caer en chauvinismos. Trabajemos, para empezar, en mejorar el transporte multimodal para que, en algún momento por ejemplo, a Brasil le convenga sacar su carga al Asia por el Perú. Sólo con la carga de soya de Brasil se justificaría el puerto de Corío en Arequipa, para que tengan una idea de la importancia de la conexión con el vecino país.
Se dice que otras ventajas de Chancay será sacar directamente la carga de la sierra norte y oriente, como paltas y arándanos según dijo la titular de MINCETUR hace un par de meses ¿ De cuánto estamos hablando ?, ojo que mucha de esa carga ya sale por Salaverry y también y, descongestionar el puerto del Callao…no gracias, así estamos bien.
Finalmente, repito, mientras estos temas pomposos de los megapuertos, no aterricen, trabajemos en industrializar el país y, en particular consolidar el eje de desarrollo Chancay- Ancón-Callao articulando el trabajo mancomunado para generar desarrollo en esta parte del país con opciones reales y no creando expectativas de beneficios que «podrían» suceder en el futuro.