ENFRENTANDO LOS CELOS: UN VIAJE HACIA LA SANACIÓN EMOCIONAL

Escribe: Rolando Galan
Jueves 7 de noviembre 2024.- Los celos pueden ser como una tormenta repentina en un día soleado, desestabilizándonos incluso en momentos de felicidad. Pueden aparecer en circunstancias inesperadas, como cuando vemos a un ex con una nueva pareja, despertando sentimientos que creíamos superados. Estas emociones, aunque dolorosas, a menudo tienen raíces en heridas emocionales de la infancia, donde el rechazo sembró dudas sobre nuestro valor personal.
Reconocer que sentir celos es natural es el primer paso hacia la sanación. No son una señal de debilidad; son manifestaciones de emociones humanas complejas. Como un río que arrastra sedimentos, nuestras emociones llevan cicatrices del pasado. La terapia actúa como un faro, guiándonos hacia una mayor comprensión de nosotros mismos.
Las técnicas terapéuticas, como el EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares), funcionan como herramientas para limpiar el lecho del río emocional. Este método permite reprocesar recuerdos traumáticos y liberar emociones negativas que nos han estado pesando. Por otro lado, el mindfulness nos invita a observar nuestras emociones sin juzgarlas, como un fotógrafo que captura momentos sin interferir. Esta práctica nos ayuda a aceptar lo que sentimos sin identificarnos completamente con esas emociones.
Es fundamental preguntarnos: ¿qué me están diciendo estos celos sobre mí? ¿Qué inseguridades están surgiendo? Reflexionar sobre estas preguntas puede abrir puertas hacia un mayor autoconocimiento y crecimiento personal. Sanar es un proceso que requiere tiempo y paciencia; al permitirnos sentir lo que sentimos, avanzamos hacia una vida más plena.
Con el apoyo adecuado, podemos transformar los celos en oportunidades para crecer y disfrutar de nuestras relaciones actuales. Al igual que un árbol que se fortalece con cada tormenta, podemos dejar atrás las sombras del pasado y vivir con autenticidad. La clave está en reconocer nuestras heridas y permitirnos sanar para florecer en el presente y construir un futuro más brillante.