Sábado 31 de Agosto de 2019.- Esta es una pregunta que se ha vuelto repetitiva en los últimos días; y la respuesta cual fruto maduro, cae por su propio peso. La política NO ES MALA, malos son los políticos que hacen uso de la política para alimentar sus egos, sus intereses y como no, sus arcas personales. Así de simple.
Política es “la ciencia social que estudia el poder público o del Estado. Promoviendo la participación ciudadana al poseer la capacidad de distribuir y ejecutar el poder según sea necesario para garantizar el bien común en la sociedad”.
Definitivamente, este significado difiere mucho de lo que día a día vemos en las diversas instancias de gobierno y peor aún a través de los medios de comunicación.
La política NO ES MALA, malos son los políticos que venden humo, que convierten el Congreso en una tribuna de discursos cargados de adjetivos, insultos y carpetazos. Malos son los políticos que insultan con sus acciones la inteligencia de los ciudadanos.
Malos son los políticos que “trabajan” de espalda al sentir del vecino que vive día a día las carencias y la inseguridad.
Malos son los políticos que retrasan el desarrollo, no propician la participación, no proponen, no fomentan el debate; pero eso sí se espantan con la idea que el ciudadano se informe o se eduque.
La política NO ES MALA, es necesaria para crecer como nación y como Estado Democrático. Por eso, sin más pérdida de tiempo, es importante hacer política, pero de la buena.
Es el tiempo de nuevos cuadros. Es el tiempo de la participación de jóvenes líderes, que crezcan en el calor de un debate alturado con discursos frescos y propositivos. Solo así la política dejará de ser la mala de la película.