Lunes 15 de Julio de 2019.- Se trata de una interesante iniciativa impulsado por el ingeniero Julio Acosta Sullcahuamán y un grupo de investigadores que han decidido darle uso a los residuos de plástico y madera con el objetivo de fabricar carpetas escolares.
El proyecto denominado Qauchu Kullu o ‘madera ecológica’ inició hace 10 años en el laboratorio de la Facultad de Mecánica de la PUCP. Desde entonces, todos se trazaron en matar a dos pájaros de un sólo tiro. Tanto en la producción de este importante recurso logístico para su posterior distribución y venta; así como la preservación del ambiente mediante las fabricaciones a través de un proceso ecológico.
Ellos se enteraron de que existen empresas que pagan por botar sus desechos, como aserrín o viruta, y al ver ello comenzaron a investigar los procesos de sinterizado en materiales compuestos de polipropileno y polietileno reciclados, que vienen a ser las tapas de las botellas plásticas, y madera capirona, la cual es muy usada en Lima, según dijo el ingeniero.
Para lograr este proyecto, los estudiantes e investigadores tuvieron que diseñar y fabricar sus propias maquinarias. Fue gracias a los aparatos y empleando procesos técnicos de modelado de presión y sin presión, los cuales ya existen en la industria, que se pudieron realizar las primeras muestras de las carpetas.
Según se informó, en el producto se puede regular la cantidad de los residuos usados, por ejemplo la carpeta puede tener un 40% de madera y 60% de plástico, lo que genera que sea más resistente y durable. Si se realiza una producción en serie debe resultar más económico que la madera.
“Estamos fabricando un material que no absorbe humedad, es liviano y tiene resistencia química. Además, por tener plástico no le ingresa la polilla y los ácaros que son ventajas que no tiene la madera’’, señaló Julio Acosta.