LA SALUD MENTAL DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Ventanilla, 7 agosto 2021.- Según la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) Carrisa F. Etienne, desde el inicio de la pandemia en marzo del 2020 hasta la actualidad fallecieron en América Latina más de 2,500 trabajadores de la salud y se contagiaron cerca de 570 mil a consecuencia de la COVID-19. https://bit.ly/3iuyMBb

Esta dura realidad junto a la falta de medios de protección y la enorme presión laboral como emocional, que implican una exposición a largas horas de intenso trabajo está ocasionando un gran efecto en la vida de los hombres de blanco, con repercusiones preocupantes en su salud mental, llegando incluso afectar al entorno familiar.

Además, el temor a la contaminación y las limitaciones del sistema de salud, les viene pasando factura. Muchos empezaron a experimentar estados de depresión, ansiedad, insomnio y distrés, entre otros. Así lo comprueban recientes estudios internacionales realizadas en wuhan y publicadas en la revista peruana de medicina experimental y salud pública.https://bit.ly/37tLZDQ

A pesar de ello, el desempeño y la entrega de los profesionales de la salud quienes se encuentran en primera línea, ha sido clave y destacable en la contención del virus que va desde el tratamiento, la prevención y el avance con la vacunación de una considerable parte de la población. Pero esto podría empeorar si frente a esta situación no buscamos cambios con el fin de prevenir y cuidar la salud mental de nuestros servidores asistenciales. (equipo integral que interviene en la atención, prevención, recuperación del paciente)

“Ahora más que nunca, es importante que el sistema y las organizaciones proveedoras de salud creen y aseguren una estructura de recursos para apoyar a médicos, enfermeras y miembros del equipo, de modo que la probabilidad de efectos negativos como daños físicos, psicológicos o emocionales, que puedan ocurrir, se aminoren” así lo afirma la OPS. Además, recomienda elaborar estrategias y protocolos de atención según el escenario sanitario tanto actual como futuro y aprovechando la información de los lugares que están más avanzados dentro de la pandemia.

Sugiere también a las autoridades sanitarias mantener los canales de comunicación abiertos con los distintos actores en esta epidemia, conservando un clima de receptividad y análisis real de las retroalimentaciones que se originen en el día a día. Asimismo, advierte que la institución debe entregar información clara a sus funcionarios en relación a la cobertura de seguros asociados a esta contingencia, garantizando la disponibilidad de camas de nivel intermedio e intensivo.

“Capacitar continuamente al personal en relación al COVID-19 y eventuales cambios de roles frente a la carencia futura de recursos humanos”. Por último invoca que se ofrezca apoyo por parte de la unidad de Psiquiatría y Psicología laboral de cada institución a los profesionales de la salud, incluidos sus familias, ya que los afecta también indirectamente.

“Los profesionales de la salud están viviendo un momento de mucha carga laboral y emocional diferente, mayor a lo que se conocía como normal. La situación puede percibirse como catastrófica para el sistema y las personas involucradas, sin embargo, se debe realizar todos los esfuerzos posibles por encontrar la fortaleza y continuar” finaliza la directora de la OPS Carrisa F. Etienne. (Rolando Galán Guevara).