Ventanilla, 6 de abril 2022.- Fue un corolario que nadie se esperaba. Una marcha multitudinaria que los colectivos a favor y en contra (como No a Fujimori y Vacancia Ya), pudieron juntar. El grito era un solo: pedía la renuncia del presidente Castillo que en esos momentos dialogaba en el Congreso con la presidenta Maria Alva y la junta de portavoces de los partidos.
Todo empezó cuando se empezaron a marchar y concentrase en la plaza San Martin y luego de transitar diversas cuadras llegaron a la av. Abancay. De pronto piedras hacia la policía, destrozos de las sedes del poder judicial, fiscalía, tiendas, bancos, cajeros, fueron vandalizados ante una policía que no se deba abasto para reprimir.
Dentro de la sede judicial había vigilantes, por suerte no ingresaron a dicha sede o intentaron quemarla como paso en el 2000 cuando quemaron el banco de la nación y murieron vigilantes.
Llamó la atención asimismo que la inteligencia policial, no se manifestara de nuevo, como los ternas que eran civiles infiltrados en la marcha y capturaban a los cabecillas, o cuando los portatropas lanzaban chorros de pintura y los identificaban ara la captura respectiva, esta vez brillo por su ausencia la inteligencia.
Solo se dejó que se destrozara.
Sin duda el gobierno se enreda en su laberinto, sin norte, sin puerto de llegada, sin consenso con el Congreso, por un plan mínimo a ejecutar entre los diversos poderes del Estado y continuar (a pesar suyo) este calvario que, sin duda, debe pesarle al mandatario: una cosa es con guitarra y otro con cajón, como se dice.
Encuesta señalan que la población en mas del 80% rechaza a ambos poderes, por eso el grito que se vayan todos, pero, ya a 8 meses, han trazado el camino para quedarse, lo que los obliga a ceder espacios para hacer el trabajo que les corresponde: Un ejecutivo que ponga personas decentes, adecuadas y con perfil para los cargos públicos y un Congreso que no cree fantasmas, ni ser obstruccionista y congresistas que acepten el mandato de Castillo.
Porque si se trata de los intereses (particulares) los extremos se ponen de acuerdo: traerse abajo la reforma electoral en marcha, la Sunedu -que abrirá las puertas a “universidades cascaron”-, entre otros.
Sino mas antes que tarde, se producirán otras marchas y no parará hasta caer este gobierno y congreso.