«LA CORRECTA GESTIÓN DEL PATRIMONIO PARA EL TURISMO”

Por: Julia Shabauer

Resulta paradójico que siendo el Perú un país tan rico en yacimientos arqueológicos, no se le dé la debida importancia y presupuesto a la investigación, menos aún a la conservación y puesta en valor de nuestro patrimonio, entendido esto último como el correcto uso social del patrimonio arqueológico en beneficio de las comunidades adyacentes a los yacimientos arqueológicos y, por supuesto, del país.

El crecimiento económico es fundamental para erradicar la pobreza y, en general, para lograr una mejora de la calidad de vida de las personas, pero no es una solución a todos los problemas per se. Su verdadera importancia está en el uso que se da a los ingresos públicos, es decir, a la calidad del gasto y en la forma que se organiza el Estado para ser más eficiente.

La industria del turismo en un país tan rico en todo tipo de recursos como el Perú debe ser uno de los pilares de nuestra economía, tal como lo es en México en donde el turismo es considerado política fundamental de Estado al margen de las diferentes ideologías que puedan darse en los sucesivos gobiernos. Sólo en México y Perú se desarrollaron altas culturas dejando ingentes cantidades de vestigios, de todo tipo, además de poseer un importante legado cultural virreinal y por supuesto, una reconocida gastronomía que en el caso de México ha logrado ser la única reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad,

Sin duda, la investigación arqueológica provee de » insumos » a la industria del turismo, sin embargo, en el Perú los recursos para investigar y poner en valor son pocos para el tremendo potencial que tiene nuestro país. Tenemos un Ministerio de Cultura politizado y burocratizado desde los inicios de su creación. Por tanto, por lo antes mencionado, lo ideal es repotenciar un organismo netamente técnico y autónomo, llámese Instituto Nacional de Cultura o Dirección Nacional de Cultura que investigue, conserve y ponga el valor nuestro patrimonio cultural. Y, al Ministerio de Cultura, lo uniría con Turismo por lo el motivo mencionado al inicio del presente párrafo. Por otro lado, creo que siendo el comercio exterior, particularmente las exportaciones, parte de los cuatro motores fundamentales de nuestra economía, bien merece tener su ministerio exclusivo.

Dicho esto, ¿Por qué si tanto México y Perú tienen potencialidades similares, la diferencia en el número de turistas al año es abismal? Ensayemos algunas razones.

México, en el periodo 2,023/24 recibió 38 millones de turistas, mientras que el Perú, alrededor de 2.5 millones. Si bien en México tienen claro que el turismo no sólo es una importante fuente de divisas sino también es una actividad que produce empleo masivo, la responsabilidad del buen trabajo del gobierno en esta área es compartida con la empresa privada y la población. Y, en este punto quiero resaltar algo importante que debemos entender. Los peruanos debemos aprender a querernos, tal cual somos, con nuestras similitudes y diferencias. Tenemos que dejar a un lado esos complejos de la conquista que aún no superamos. Debemos estar orgullosos de lo nuestro. Sin este sentimiento de identidad, nunca lograremos involucrar a la población en el cuidado de nuestro patrimonio. La población de las comunidades adyacentes a sitios arqueológicos, lugares históricos o ambientes naturales de especial interés, son o deberían ser sus primeros cuidadores, además, de ser los anfitriones de los visitantes.

Sin embargo, además del trabajo colaborador de la población hay otros aspectos en los que México nos lleva ventaja y que es necesario mencionarlos, no para sentirnos menos, sino para entender que no basta con tener lugares bonitos para mostrar ni una excelente gastronomía. Tener estos atributos no es suficiente. Los turistas no sólo examinan costo – beneficio sino que ven otros aspectos como la seguridad, la calidad de la infraestructura para recibir al turista, la oferta hotelera y la accesibilidad y, en estos temas hay mucho por hacer aún en el Perú.

Ahora, México tiene una ventaja geográfica al limitar con los Estados Unidos, de donde procede su gran masa de visitantes ya que los costos de transporte son significativamente menores que en el caso de venir a Perú. Esto es obvio, pues en el caso del Perú, la mayor cantidad de turistas procede de Chile, seguido por USA pero por muy lejos.

Pero hay un punto que es fundamental y al que se debe sin duda, su éxito como destino turístico y no es otro que la promoción de sus atractivos a nivel mundial. Esto por supuesto, cuesta mucho dinero. Por supuesto para los que no ven los beneficios considerarán que es dinero perdido. En este punto dejemos por un momento México y veamos a Colombia. Este país invierte en promoción turística cuatro veces más que el Perú y claro, está en el tercer lugar de países latinoamericanos más visitados por número de turistas en el periodo 2023/24. En el Perú, el Ministerio de Turismo y Comercio Exterior recibió para este año un presupuesto de 575 millones mientras que el poco productivo Ministerio de Cultura, 738 millones…las cifras hablan solas….es más que evidente la necesidad de elevar el presupuesto del MINCETUR si queremos empoderar al Perú como destino turístico.