Viernes 02 de Agosto de 2019.- Desde hace años atrás se viene impartiendo de forma popular una fábula llamada la rana y el agua hirviendo, que narra la experiencia de dos ranas, la primera un día había saltado a una olla con agua hirviendo; ante lo cual saltó apresuradamente para escapar de ese lugar porque su instinto fue salvarse y no aguantar más tiempo.
Al día siguiente, otra rana saltó a la misma olla, pero ésta se encontraba con agua fría a lo que la rana se sentía muy a gusto, cuando de pronto la temperatura del agua de la olla iba sufriendo cambios haciéndola más caliente y la rana que no se había dado cuenta del cambio gradual de la temperatura, murió.
De lo que se resalta de esta narración es que acostumbrarse a lo mismo trae complicaciones que incluso no permite apreciar las alteraciones que se pueden sufrir en el desarrollo continuo de una actividad; por lo que resulta importante poder reaccionar a tiempo sin dar por sentado una situación por más placentera que sea; por lo que, nos lleva a la reflexión del buscar el preguntarnos y no dar por sentado lo que se expone; es decir, identificar la importancia de tener un pensamiento crítico para poder enfrentar los cambios constantes que se viven de forma laboral, dentro de las empresas que es lo que buscan en sus potenciales colaboradores, que sean fuera de caja.
Actualmente, para nuestra sociedad el pensar críticamente es una habilidad indispensable para el ser humano logrando autonomía para sí mismos y mejorando la sociedad, tal como lo precisó el autor Fredy Prieto Galindo. Esto lo veremos reflejado en todos los actos que compete al ser humano; sin embargo, vinculando desde la perspectiva empresarial, los actuales o futuros CEOS de las empresas deben de considerar esta habilidad en sus acciones porque por más que se busque las acciones transversales entre áreas, lo que no se debe permitir es la pérdida de autonomía para cuestionar o de innovar lo que, hace que la sociedad que se conforma con los individuos de las empresas se logrará un mejor estilo de vida.
En ese sentido, lo que se consideran como las habilidades sociales más buscadas, la empresa Linkedln identificó a las que aparecen en los perfiles de los miembros de esta red y quienes solicitaron dos o más trabajos y cambiaron de empleo en el periodo de un año. Como primera cualidad es la capacidad de comunicarse, la segunda es de organización, capacidad de trabajo en equipo, puntualidad, como quinta el pensamiento crítico, seguido de la habilidad social, creatividad y capacidad de adaptación. Existen muchos casos de empresarios que desarrollan o implementan las habilidades blandas en sus empresas y lo trasladan incluso a sus stakeholders. Como modelos se consideran a Mark Zuckerberg (Facebook), Bill Gates (Microsoft), quienes consideran semanas para juntarse con todos los miembros de las empresas para pensar. Asimismo, Michelle Obama o Jack Dorsey (Twitter) dedican una media de diez horas por semana para pensar o meditar.
Se recomienda que las personas que participan en la toma de decisiones deben volver a examinar las consecuencias positivas y negativas de todas las alternativas conocidas, incluidas las que originalmente son consideradas como inaceptables, antes de tomar una decisión final; es por ello que se busca la pausa y recargar.
A fin de lograr soluciones o alternativas que favorecerán en la toma de decisiones gerenciales, no sólo sirve hacer un buen planeamiento estratégico sino también se debe considerar la intuición y experiencia; tal es el caso de muchos casos de empresas peruanas que han logrado mantenerse posicionadas en el mercado; como caso el Grupo AJE , no escatimó en esfuerzos ni en romper prejuicios y parámetros de la época para lograr salir de su Ayacucho, su zona de confort cuestionando para ser hoy un modelo de empresa familiar transnacional.