Miércoles 24 de Abril de 2019.- La División de de Investigación de Estafas de la Policía identificó a cuatro sujetos que se hacían pasar como «sacerdotes» y que estarían operando en la capital y en otras partes del país.
Los identificados son Juan Carlos Catter, Jesús Mejía Quiroz, Querubín Corbella Foronda y Angel Morán Vidal. Todos ellos están siendo investigados por las autoridades. Existen varias denuncias y evidencias que los comprometen a realizar trabajos independientes y con intenciones nada legales.
En el caso de Juan Carlos Catter, conocido como el “padre Juan Carlos”, se hace pasar por un sacerdote de la Iglesia católica, pero no lo es. Sin embargo, ha bautizado a decenas de niños, ha oficiado misas en lugares como el Centro Social Huarocondo y hasta ha declarado a parejas como marido y mujer sin tener el respaldo oficial de la Iglesia católica.
USAN PARROQUIAS DE FACHADA
Jesús Mejía asegura que es un monseñor e incluso en la foto de su DNI posa con un alzacuello blanco. Él se presenta como encargado de la Iglesia Católica Anglicana del Perú y ofrece servicios como si fuera la propia Iglesia católica.
Así lo indicó la División de Investigación de Estafas de la Policía en una pericia hecha a Mejía y a un supuesto presbítero de la misma iglesia llamado Querubín Corbella Foronda.
“Se tiene información de que esta iglesia y los denunciados estarían confundiendo a la población con dicho nombre para solicitar donaciones y celebrar actos litúrgicos y otros sacramentos propios de la Iglesia católica” , señala un informe policial.
Ante el hecho, el Arzobispado de Lima indicó que ni la llamada Iglesia Católica Anglicana ni los dos denunciados tenían vínculo alguno con la Iglesia católica. Además, precisaron que Jesús Mejía en efecto fue ordenado como sacerdote en la Diócesis de Huaraz y luego se estableció en la Diócesis de Lurín. Sin embargo, fue suspendido y, por lo tanto, está prohibido de ejercer el ministerio sacerdotal en cualquier parte del mundo.
Un caso similar es el de la denominada Iglesia Católica Oriental, cuyos certificados tienen firmas de párrocos y hasta de “notarios diocesanos” que tampoco están vinculados a la Iglesia católica. Lo mismo sucede con la llamada Arquidiócesis del Perú para América, Europa, África, Asia y Oceanía, que identifica a sus representantes como “sacerdotes misioneros católicos ortodoxos”.
Este grupo cobra S/50 por bautizo y ha instalado un local en San Juan de Lurigancho, en el asentamiento humano Miguel Grau, donde también funciona su “centro preventivo para familias de alto riesgo social” llamado Madre de la Divina Providencia. Ahí inclusive dictan catequesis para niños, jóvenes y adultos; tienen grupos de oración; ofrecen acompañamiento espiritual y confesiones, así como visitas a enfermos; y hasta tienen un horario de casamientos.
En su sitio web, narran de manera muy confusa cómo se instalaron en Perú: “El 1 de setiembre de 2013, durante la Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo en la Misión Capilla Huerta Santa Rosa, en la ciudad de Lima, Vladyka Teofano eleva al Rvdo. Padre Francisco, Ángel Ernesto Morán Vidal, como Korepiscopo de la Eparquía Ortodoxa de Lima para todo el Perú del Rito Bizantino, legítimo heredero de los apóstoles, de la sucesión Rusa Ucraniana y Bielorrusa”.
Líneas más abajo aclaran que son una iglesia no canónica; es decir, que no tienen ningún vínculo con la Iglesia católica, pero lo indican con un enredo de palabras: “Nos hemos acogido a la fe, espiritualidad y liturgia del Patriarcado Sirio Ortodoxo de Antioquía, Liturgia occidental (Arquidiócesis de Centroamérica con sede en Guatemala), sin que esto implique una vinculación, ni canónica, ni jurídica, con el Patriarcado antes mencionado”.