20 DE OCTUBRE 2025.- El mundo de la música peruana vuelve a estar de luto tras el asesinato del salsero Johan Mora, de 28 años, y la bailarina Ariana Cañola, de 19, integrantes de la agrupación La Timbera Orquesta. Ambos fueron atacados a balazos la madrugada del domingo en el asentamiento humano Francisco Bolognesi, en la peligrosa zona de Sarita Colonia, Callao.
De acuerdo con la Policía Nacional, los artistas habían participado en un quinceañero y, al retirarse del evento, fueron emboscados por sujetos armados que abrieron fuego sin mediar palabra. El ataque se produjo alrededor de la 1:30 a.m., cuando el vehículo en el que se trasladaban fue interceptado por los sicarios. Testigos aseguran haber escuchado más de diez disparos.
Ambos fueron trasladados de urgencia al Hospital Daniel Alcides Carrión, pero fallecieron horas después debido a la gravedad de las heridas. En el lugar del crimen se hallaron varios casquillos de bala de grueso calibre.
El hecho ha generado gran conmoción entre músicos y seguidores. En redes sociales, artistas como Zaperoko y You Salsa expresaron su pesar y exigieron mayor protección para quienes trabajan en el sector musical. “Ser músico no debería costar la vida”, escribió un integrante de La Timbera Orquesta.
Fuentes del Depincri Callao indicaron que entre las principales hipótesis del doble homicidio figuran la extorsión y una posible venganza. El entorno de la orquesta habría recibido amenazas previas relacionadas con el cobro de “cupos de seguridad” por parte de mafias locales, una práctica delictiva que se ha extendido en el primer puerto y afecta a orquestas, promotores y empresarios del espectáculo.
El sicariato y las extorsiones se han convertido en una constante en el Callao, donde operan organizaciones vinculadas al narcotráfico y la minería ilegal, que utilizan estos crímenes como mecanismo de control territorial y financiamiento. Según el Ministerio del Interior, esta provincia concentra el 30 % de los asesinatos por encargo registrados en el país durante el 2025.
El caso de Johan Mora y Ariana Cañola se suma a otros ataques recientes contra artistas peruanos que denunciaron amenazas similares. Familiares de las víctimas exigieron justicia frente a la morgue del Callao, reclamando una investigación exhaustiva.
Las autoridades locales han solicitado la declaratoria de emergencia en zonas críticas del primer puerto, mientras agentes de la Dirincri Callao y la Divincri Lima Norte analizan imágenes de cámaras de seguridad y testimonios de vecinos. Se sabe que los asesinos escaparon en una motocicleta negra sin placa, y que uno de ellos portaba un arma automática.
El crimen ha reavivado el debate sobre la inseguridad ciudadana y la falta de medidas efectivas contra el crimen organizado. La muerte del salsero y su bailarina refleja la expansión del sicariato hacia el mundo artístico, evidenciando la fragilidad del Estado frente a la violencia que golpea cada vez más sectores de la sociedad.